Las palabras representan una herramienta que nos permite abrir el pensamiento y atraer lo que nuestra alma está sintiendo, representa la energía de hacer o no a través de los que llamamos Voluntad, ¿seguir o no? La palabra tiene poder, conexión – pensamiento; y ocurre si ya has creado el hecho de manera positiva y quizás no suceda si dudaste que así fuera, todo está en nuestra mente en un hilo de pensamientos recurrentes sin voz; solo las escucharas cuando emitas un sonido que indica que ya lo has pensado y ahora se convierte en verbo.
Ahora bien, las palabras unidas en un mensaje es nuestro mecanismo de Comunicación que nos permite canalizar las emociones de manera interna y externa, puede expresar nuestro estado de ánimo en cualquier circunstancia, a través de la comunicación podemos lograr superar dificultades, ante un problema o conflicto; y si lo expresamos con la finalidad de sanarlo estamos avanzando en gran parte de la situación.
Cuando solo nos enfocamos en hablar de nuestro pasado con dolor es síntoma que no hemos podido superar lo que nos sucedió, ¿Cuántos vivimos estancados en el pasado a través de una emoción? Nos sumergimos en la tristeza culpando a terceras personas, bien sea parejas , padres y hermanos sin darnos cuenta que estamos es el mismo punto donde nos marcó ese tiempo sin tomar la decisión de superar el proceso que vivimos. Para algunos el pasado representa un proceso en el que aprendimos a manejar una etapa particular que nos pudo causar ciertos estados de desánimo; para otros les permitió tomar decisiones y cambiar a un ser más decidido, que han comprendido que era necesario vivir el proceso para cambiar radicalmente el pensamiento.
Es importante destacar que la Comunicación es la manera más asertiva para llegar a acuerdos y determinar posiciones para expresar las emociones, acompañado de un lenguaje verbal que implica el mensaje; tomando el cuenta el reconocimiento interno: Identifica y comprende tus propias emociones antes de expresarlas. Reflexiona sobre tus sentimientos y sus causas. Sé claro y concreto: Describe tus emociones con precisión, usando palabras específicas como “frustrado”, “feliz”, “preocupado”, entre otras.
Para cumplir con la Comunicación positiva que esté en equilibrio con tus emociones es importante controlar el tono y lenguaje gestual: Manteniendo un tono de voz tranquilo y una postura corporal abierta, ya que ambos transmiten emociones, muestran empatía y reconocen las emociones de los demás. Usa frases como “entiendo que puedes sentir…” para mostrar comprensión y así ante cualquier emoción evita juzgar: No juzgues tus emociones ni las de los demás.
El estrecho vínculo entre nuestras emociones y pensamientos resalta la importancia de la autorreflexión y la autogestión emocional, es decir, al comprender nosotros mismos nuestros pensamientos, también podremos comprender nuestras emociones.
Finalmente, el equilibrio de nuestras emociones es proporcional al tipo de lenguaje que estamos utilizando, con una comprensión efectiva y sencilla podemos mostrar excelentes resultados en las reacciones y emociones sin tomarse nada personal, mejorando cada día las palabras que estamos usando, comos nos mostramos ante el mundo; siendo cada día explícitos con un lenguaje en armonía, intercambiando los mismo códigos sin generar incertidumbre, evitemos repeticiones para no crear ruidos o conflictos, vivamos el presente con un lenguaje impecable como el uno de los acuerdos toltecas seamos impecables con las palabras, cuidando nuestra alma y pensamiento.
Carolina del Valle Morales
Lic. Comunicación Social
@vallecarola