El yoga siempre ha estado relacionado con técnicas de relajación, reducción del estrés y con todo aquello que potencia la concentración, la coordinación y te ayuda a encontrar la paz y el bienestar. Sin embargo, esta disciplina, que cada vez es más popular debido a los numerosos beneficios que ofrece también te puede ayudarte a mejorar la digestión.
Para explotar las bondades de esta disciplina, en relación a nuestro aparato digestivo, es necesario conocer cuáles son las asanas que de verdad ayudan a mejorar la digestión. Además de esas posturas específicas para hacer que nuestro estómago funcione a pleno rendimiento, también es bueno practicar pranayamas. Es decir, los ejercicios respiratorios del yoga que conducen a la concentración y control del prana.
Posturas de yoga para mejorar la digestión
Este conjunto de posturas, que incluyen flexiones y torsiones, ayudan a liberar tensiones y a mejorar el sistema digestivo, en general. Pero lo más importante de esta práctica, según asegura Xuan Lan, profesora de yoga y experta en bienestar, es realizarla “en ayunas“. Estos ejercicios no se recomiendan cuando tienes comida en el estómago.
La primera técnica que puedes poner en práctica es el Pranayama Kapalabhati. Se trata de un proceso de limpieza y de purificación, explica Xuan Lan. Consiste en hacer una contracción de la zona baja del abdomen de manera constante y con cierto ritmo.
El movimiento exacto es simplemente exhalar una y otra vez, practicando respiraciones muy profundas mientras permaneces sentada en posición recta.
“El yoga es una disciplina espiritual, que no sólo se basa en asanas”, asegura la experta.
Para realizar este pranayana, Xuan Lan recomienda hacer 30 exhalaciones seguidas en primer lugar y, después, 50. Para ello, puedes ayudarte de dar palmadas con cada una de ellas mientras vas contando una a una.
En cuanto a las asanas, las ideales para mejorar la digestión consisten en posturas combinadas con ejercicios de respiración. Para practicarlo, la profesora recomienda colocarse en balasana. Para ello, hay que buscar cuatro puntos de apoyo, colocando las rodillas en el suelo con los empeines extendidos y colocar los puños al nivel de los muslos para presionar un poco el abdomen. A partir de esta posición debes empujar el cuerpo hacia adelante, colocando la cabeza en el suelo, y a partir de aquí, empezar a inhalar y exhalar.
Este tipo de ejercicios consiguen que tu abdomen se relaje y que todo el sistema digestivo comience a funcionar mejor.