La investigación sugiere que la tonalidad azul puede estimular la producción de serotonina, conocida como la “hormona de la felicidad”, generando así un efecto positivo en el bienestar emocional
Un conjunto de investigaciones científicas respaldadas por fuentes de renombre ha revelado recientemente el impacto significativo del color azul en la salud mental de las personas. Estudios liderados por expertos en psicología y diseño han arrojado luz sobre los efectos terapéuticos de esta tonalidad, ofreciendo perspectivas novedosas sobre su influencia en el bienestar emocional.
Según el Instituto Nacional de Salud Mental (Nimh), los resultados de estudios longitudinales indican que la exposición constante al azul está asociada con una disminución de los niveles de estrés y ansiedad en individuos de diversas edades. Este descubrimiento podría tener implicaciones importantes en el desarrollo de estrategias para el manejo de la salud mental.
Por otro lado, la revista especializada “Psychology Today” ha publicado análisis detallados sobre cómo el color azul impacta en la liberación de neurotransmisores relacionados con el estado de ánimo. La investigación sugiere que la tonalidad azul puede estimular la producción de serotonina, conocida como la “hormona de la felicidad”, generando así un efecto positivo en el bienestar emocional.
Además, la Asociación Internacional de Diseño de Interiores (Iida) ha destacado la importancia de considerar el azul en entornos arquitectónicos y decorativos. El informe de la Iida subraya que el uso estratégico de esta tonalidad en espacios cotidianos, como hogares y lugares de trabajo, puede contribuir a crear ambientes más relajados y propicios para la concentración.
A medida que estas fuentes convergen en la conclusión de que el azul va más allá de ser un color estético, los expertos instan a la sociedad a considerar activamente la integración de esta tonalidad en entornos urbanos y domésticos.