La Reinserción, un camino después de pertenecer a una doctrina: Laura Buendía

En el mundo existen diversas creencias y doctrinas que han fijado una forma distinta de rendir culto a Dios, en este paseo estaremos compartiendo parte de la historia de una mujer que rompió su propio paradigma; es una mexicana aguerrida, quien despertó después de 38 años.

Laura Buendía Flores, madre de dos hijas, Pamela y Paola; vivió una infancia fijada a la doctrina de los testigos de Jehová, rodeada de servicios y las santas escrituras, ya con 4 años iniciaba sus estudios bíblicos dejando de lado sus estudios seculares o bien sea de preparación académica, con una visión enfocada en la salvación a través de rendir culto; mostrando que estar dentro de ella es tener el camino seguro al paraíso; sus pocos años de edad no le permitía tomar decisiones más allá de la religión, la cual se convirtió en su estilo de vida por muchos años, inculcada por su madre.

El tiempo transcurría y Buendía aun no despertaba, tuvo la oportunidad de ir a lugares a predicar la palabra, y recuerda que la organización Watchtower, es mostrada como la máxima representación para los participantes del reino, “es lo verdadero y todo lo que está fuera es malo”; tal cual, como un sistema, la organización ofrece una revista que se distribuye a nivel mundial; donde las ilustraciones se refieren a una serie de preguntas que llevan a las personas a la confrontación espiritual.

Como todo proceso, existen respuestas y situaciones en las que los seres humanos tienen una inquietud; para Laura el tiempo sólo provocó la acción de salir de una doctrina que no le había permitido formarse y sentía que había perdido la autonomía de sus pensamientos iniciando la búsqueda de la salida; y se preparó para lo que ella no se imaginaba, era el paso más grande en el camino espiritual, pero se arriesgó a tomar la decisión.

Para Buendía no estuvo fácil abandonar lo que por mucho tiempo formaba parte de su vida, compartir junto a su esposo e hijas, y someterse a una serie de culpas; hasta tal punto de hacerla responsable de alejar a sus hijas de Dios, cada día se acercaba más a lo que sería el desenlace más dramático y turbio de su vida, una etapa llena de conflictos,  el divorcio; someterse al juicio de la iglesia; comprendido por las personas con la mayor experiencia en el rango espiritual de la organización: los ancianos.

Y tal cual como el juicio a aquel que comete un delito, para Laura abandonar la organización de los testigos de jehová cambiaria radicalmente la visión de sus hermanos en fe, sólo tendría la total ignorancia; repudiada como tal oveja descarriada; ya no era  aquel Paraíso que mostraban al ingresar y ser parte de ellos, compartir el mismo conocimiento, y entender que para ellos es más importante Jehová Dios y hablar el mismo lenguaje, frecuentar a las mismas personas; sacando todo aquello  que representaba parte del mundo al cual era definido como: mundano.

Iniciaba el proceso de transición, un tiempo de dolor; al cual Laura recuerda que esa transición de su vida era controlada y en forma general lo ejemplifica, “todos son marcados como vaca”; en medio de la situación, empieza abrir su consciente a diferenciar en las formas de ver el mundo totalmente en contraste con lo que había vivido por mucho tiempo; al cual asegura: “te quedas sin punto de referencia, y volverte a encontrar a ti mismo es muy difícil, y le sigue un proceso de adaptación.

Y como toda decisión trae consecuencias; para la mexicana nacida en Chihuahua, la perseguía la culpa, y sus pensamientos se convirtieron en interrogantes que se manejaba como cuchillos y se repetía una frase una y otra vez: ¡Le he fallado a Dios! Se había sembrado la desesperanza, y un camino depresivo, bajo un matrimonio nefasto; alcanzaba los niveles de angustia hasta el punto de pensar ¿Para que estoy?  Si muero, ¿Qué va a pasar conmigo? en un estado de emergencia, deja de comer y experimenta el vacío más grande que todo ser humano podría experimentar, hasta el punto de pensar ponerle fin a su historia.

No fue un proceso fácil, expresa la mujer de tez clara y de amplia sonrisa; recuerda como todas las personas se alejan, a lo que ella llama “Muerte Social”, al salir de la organización; quedó perdida como un hijo huérfano, pero en su caso, era ella la que estaba renunciando a su padre “Jehová”,  y a su madre la organización; “enfrentándose a la peor etapa de su vida, haciendo el camino más confuso, basado en un sistema que por año formo parte de sus días y de sus pensamientos.

Como todo ser humano acostumbrado a hábitos y situaciones aprendidas, comenta sobre pensamientos que se vienen; y asegura que cada mañana se levanta con toda la armonía sacando de su cabeza aquellas situaciones de angustia o de no merecimiento producto de un aprendizaje obtenido en el salón de los testigos de Jehová, y le ha tocado despertar de esos pensamientos y conectarse con un ahora lleno de armonía, lo refleja como una cicatriz que se borra con el tiempo;  que  ya no duele, pero de igual manera existió y  fue una situación vivida.

El tiempo transcurría y sin abogado se fue consumiendo su condena, las puertas estaban cerradas ya no eran las mismas que ella tocaba al predicar la palabra de Dios, su vida agonizaba y se iba quedando sin fuerzas y sin recursos; pero esta historia tiene un ángel es quien aparece en el rompecabezas de Laura, para confrontarla a su inclinación sexual, de repente sus alas la llevaron a convivir con su mejor amiga, y compartir esa etapa que era decisiva en un nuevo caminar. Pero no todo termino allí y sin pasar más tiempo que en el reino se dio cuenta que sigue siendo heterosexual, y con toda gallardía los lazos con el ángel quedaron en amistad.

Como en un sueño la mexicana, señalada por dejar la doctrina que impide la transfusión sanguínea, y la preparación académica, iba despertando y solo quería volver a la realidad, caminar sin temor y sin miedo en el mundo, “Quería encontrar amigos”, se sometió a todas las especialidades médicas en búsqueda de soluciones sin alcanzar resultados, y después de una serie de acontecimientos inicia una etapa en su vida, experimentado las nuevas herramientas alejada de todo aquello que un día vivió, era una nueva definición de vivir pero “Libre”.

Y comenzó en ella un trabajo energético, las lágrimas fueron quedando en el camino hasta llegar a conocer las nuevas técnicas que le permitieron “Despertar”, un desdoblamiento astral formando parte de la clave de aquel comienzo lo que hoy marcaría un ahora lleno de armonía bajo los estudios de la sanación; sin embargo aquella mujer perdida asegura que todo lo que paso era necesario para ser lo que es hoy; y la respuesta es que el objetivo de su proceso es acompañar a toda aquella persona que le pida asistencia al tomar la decisión de salir de una doctrina y necesita un proceso de adaptación “Allí entró yo” sólo si la persona me lo pide.

Le preguntamos a Laura Buendía ¿Qué es lo más difícil? Y sin rodeos sonríe y dice “Yo” controlar mis demonios porque afirma que todo lo que sucede, lo que  quieres está dentro de ti, y el tiempo no fue excusas para prepararse e iniciar en una nueva vida marcada por la Meditación, bajo la premisa “Dios no un Dios acusador” y se atrevió a proponer su experiencia a través del libro que escribió durante 1 año al cual denominó “Divinidad sin Dios” lo define como una autobiografía, todo lo que ella vivió y como volvió a reincidir en la realidad, pero fue en 4 años que sale su publicación.

Actualmente Laura se define como una mujer feliz, se dedica a la biodecodificación, maestra de reiki, sanación magnificada, participa en los encuentros iberoamericanos espirituales y han compartidos temas como “La enfermedad del Alma” espera por un galán que la pueda a acompañar en un camino sin limitaciones ni controles; tiene como misión de vida “enseñar  a la gente a ver la vida como no la habían visto, su proceso tiene como propósito rescatar al rebaño negro, o como otros las llaman ovejas descarriladas.

Finalmente, afirma que, si se puede volver a ser libre y feliz uno mismo, no necesitamos intercesores, con valentía deja muy claro que su trabajo es acompañar a los que quieren salir y tienen miedo, que las personas tengan el acompañamiento que ella no tuvo y que cada uno pueda disfrutar de una sociedad equitativa y sin daños colaterales. Si quieres conocer más de Laura Buendía te dejamos sus redes sociales.

Por Carolina de Valle Morales

Periodista

1 comentario en “La Reinserción, un camino después de pertenecer a una doctrina: Laura Buendía”

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